Imagen: Tapa del libro Las Lenguas de Babel: Letras de pasaje| Psicoanálisis| Primera Vez.
Cuidado editorial: Patricia Martínez y Mariana Castielli
Las-Lenguas de Babel: Letras de pasaje | Psicoanálisis | Primera vez, es un libro compilado por Javier Jimenez y Lucía Barlocco y editado por f)r(icción (México 2022) y del que participan como autores: Mariana Anconi, Mariana Báncora, Lucía Barlocco, Irina Beldeiko, Iris Berger Peillon, Sultana Bint Abdul Azis, Ani Bustamante, Noemina Câmpean, Yann Diener, Zoé Fenig, Xavier Fourtou, Manuel González, Javier Jiménez León, Marla Lavín Hernández, Anna Lavreniuk, Sebastián Lema, Paola Malquori, Alberto Méndez-Suárez, Giorgio Mezzacapo, Pedro Moacyr, María Eugenia Nieto Mancebo, Enrique Rattín, Cynthia Eva Szewach, Simone Wiener, Anna Wojakowska-Skiba. Autores que en distintos lugares del mundo practican el psicoanálisis y cuyos textos son presentados en la lengua en la que fueron escritos, conformando un trabajo entre lenguas.
Este libro llegó a nuestra revista por las resonancias que despertó en Lucía Barlocco el modo de enunciación que sostenemos y el lugar que hacemos para promover la apertura y el debate en el campo del psicoanálisis con distintos analistas. Y es con este mismo espíritu que comenzamos a publicar algunos artículos del libro; el primero fue el de Cynthia Eva Szewach*, y en esta ocasión compartimos el Prefacio escrito por los compiladores.
*(https://enelmargen.com/2023/10/10/persistencias-de-los-inicios-por-cynthia-eva-szewach/).
PREFACIO
Freund es ist auch genug. Im fall du mehr wilt lessen,
So geh und werde selbst die Schrift und selbst das Wesen.
ANGELUS SILESIUS
¿Puede el psicoanálisis decirse en una sola lengua que le sea propia? ¿Lo necesita para constituirse como tal y separarse de la función psi ? ¿Qué le otorga su nombre propio? Método, práctica, ciencia conjetural, formulación matematizada, pura experiencia sensible, acto iniciático, poesía, estilo… Acaso todas las anteriores, así como los textos que aquí se encuentran conformando esta Babel de testimonios, convocados a decir en lengua madre sobre la marca de un primer encuentro.
¿Lengua madre? ¿Qué decimos cuando decimos lengua? ¿Qué decimos cuando invocamos a la lengua materna? Definitivamente, aquí, no apelamos a la lengua (logos) de los griegos, aquella confundida con la razón o con la inteligencia, sino, quizás, a aquella que, en palabras de Barbara Cassin, no es más que “una lengua entre otras, aun cuando es para cada uno magníficamente singular”. Al mismo tiempo, quizás, apelemos también a aquella que, de acuerdo con Marina Tsvetáieva, no existe: “Ninguna lengua es lengua materna”, nos dice.
La propuesta de reunir testimonios y testimoniantes se fundamenta, pues, en la supervivencia de la obra, a la vez que recorre la forma del testimonio y la confesión como figuras del discurso, formas privilegiadas sobre la transmisión de lo íntimo que se dirige a otros para ser reencontrado. Así, diferenciamos la funcionalidad institucional del testimonio de pase —y su validación sobre el candidato y su análisis— del testimonio confeso —que no aguarda una validación de pertenencia: hay, o no, analista; hubo, o no, un análisis—, de la expresión del lenguaje del sujeto en tanto tal, revelándose a sí mismo a través de un “decir verdadero”.
Diferenciamos aquí el “decir verdadero” —privilegiándolo de la parresía—, considerando la diferencia entre el “hablar franco” —arrancando una verdad sobre sí— y el “decirlo todo”, un punto nada menor en tanto que el recorte a transmitir es singular en cada testimonio, en lo que cada texto muestra y oculta.
*
Resulta obligada la mención a la referencia etimológica e ¿histórica? —presente en gran parte de la literatura psicoanalítica— que liga la raíz de testimonio y testigo con los testículos; ésto, en cuanto ofrece una posición enunciativa distintiva para cada quien. Dos versiones saltan a nuestra memoria en este momento: en primer lugar, aquella que cuenta que los romanos sellaban todo juramento testículos en mano, ofreciéndolos en prenda en caso de dar un testimonio falso; en segundo lugar, aquella de acuerdo con la cual, durante el Cónclave, uno de los Cardenales asistentes era designado para introducir una de sus manos debajo de los hábitos del futuro Papa para corroborar que éste fuera verdaderamente un varón.
En las anteriores referencias, la evocación al juramento acerca de lo verdadero sobre lo que se testimonia no se hace esperar. Por ello, hemos introducido la forma discursiva del testimonio confeso, pues permite otras formas del decir de sí, lo que coincide, nuevamente, con nuestro distanciamiento de los antiguos griegos, para quienes el valor de un testimonio estaba marcado por la visión, mientras que, para los romanos —retomando nuestro periplo etimológico—, por el oído: “Au-di…Jupiter; audi, pater patrate populi Albani […] Hay que ‘oír’ para ser testigo del juramento de Roma”. Y bien, ¿qué escuchamos?, ¿qué se hace escuchar en los testimonios aquí reunidos?
Aún en los límites de la comunicabilidad, no nos hallamos en la búsqueda de garantías que determinen el mensaje que cada testimoniante se propone, por lo tanto, no hemos recurrido a la tarea de traducción (escrita) de los textos. Son vastas las referencias dedicadas a discernir si una traducción posible, en cualquiera de sus formas (intra o interlingüística, semiótica, etc.), comunica más que el original; sin embargo, suscribimos con la idea de Derrida —quien, en esto, se hace acompañar por Walter Benjamin— al decir que el “destino esencial” de la traducción no es el comunicar. En la Torre de Babel que es este libro, diríamos, la traducción es sin objeto.
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En los países de habla hispana, tendemos a inclinarnos por las traducciones —en el caso de Freud—, de Luis López Ballesteros y de José Luis Etcheverry, pero, a veces, olvidamos que hubieron otros actores involucrados en aquel primerísimo esfuerzo: Ortega y Gasset, Ludovico Rosenthal y Fernando Ulloa son un ejemplo.
En cuanto a los Seminarios de Lacan se refiere —no hablaremos aquí de los Escritos—, estamos habituados a aquella discusión —semejante a la que detonan frecuentemente las Obras Completas de Freud— en torno a la fidelidad de las traducciones, inclinándose, unos, por la versión publicada por la Editorial Paidós —trabajada en su totalidad por miembros de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, dirigida por Jacques Alain Miller—, y otros, por las versiones críticas, atribuidas a Ricardo Rodríguez Ponte, omitiendo —en general, por mero desconocimiento— que, algunas de estas versiones conocidas, no fueron traducidas por él.
Por nuestra parte, nos gustaría destacar el gusto y la sorpresa que nos produjo ser partícipes de los esfuerzos de traducción de la obra, tanto de Freud como de Lacan, en otros países. Sabemos que en Italia, por ejemplo, la edición de las Opere fue iniciada en los años 60’s por Cesare Musatti; sin embargo, gracias a las colaboraciones recibidas desde aquel país, tuvimos noticia del trabajo más recientemente realizado por Carlo Fede-rico Piazza, Ermanno Sagittario y Michele Ranchetti.
Sabíamos, pues, del importantísimo papel que Alexander Luria y Lev Vigotski jugaron en la introducción de las tesis freudianas en Rusia, proponiendo, amén de la Revolución de 1917, una de las primeras intersecciones conocidas entre marxismo y psicoanálisis. No obstante, nada sabíamos del trabajo de traducción de la obra de Freud, realizado, no sólo por Moisei Vladimírovich Wulff —uno de sus primeros y más prolijos traductores—, sino por Galina Sneshinskaya, Andrei Mikhailovich Bokovikov y Sergei Pan-kov, entre otros, quienes, a través del Instituto de Psicoanálisis de Europa del Este, han publicado ya 18 de los 26 volúmenes que, desde inicios del presente siglo, fueron proyectados.
Brasil no se queda atrás, un hecho del que la casa editora Autêntica da fe a través de su colección Obras Incompletas de Sigmund Freud —coordinada por Gilson Iannini y Pedro Heliodoro Tavares, con traducciones de Maria Rita Salzano Morães, Ernani Chaves, Claudia Dornbusch y Emiliano de Brito Rossi—, cuya finalidad no es, dicen, categorizar sus textos a partir del adjetivo “completas”, sino proponer una organización de los mismos menos técnica, menos académica, lo que, de ninguna manera, le resta rigor a la labor de traducción directa del alemán, habiendo publicado ya 10 volúmenes, 3 de los cuales aparecieron en versión bilingüe.
Por último, mas no por ello menos importante, tuvimos noticia, en este mismo contexto, del trabajo realizado por Robert Reszke, Jerzy Prokopiuk, Salomei Kempne-równy y Witolda Zaniewickiego —entre otros, en el caso de Polonia—, así como de Moustafa Safouan — fallecido a los 99 años a finales del 2020—, quien, en los años 50’s, emprendió la difícil labor de traducción de La interpretación de los sueños al árabe, publicada en El Cairo por la Casa del Saber en 1958, la misma editorial que, años después, publicará algunos de los textos fundamentales del psicoanalista vienés.
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¿Primer encuentro? ¿Encuentro fortuito? ¿Encuentro más significativo? Testimonios que van al encuentro de otros interlocutores, reencontrando lo que allí conmueve porque pide de sí para ser leído. Que las páginas que siguen insten a tomar la palabra es nuestra mayor apuesta.
LUCÍA BARLOCCO & JAVIER JIMÉNEZ LEÓN
Montevideo / Ciudad de México
enero de 2022
1- Angelus Silesius, “Sechtes Buch”, en Cherubinischer Wandersmann (1675), Dietricschen Verlagsbuchhandlung, Leipzig, 1956, p. 223.
2- Aquella que, de acuerdo con Michel Foucault, históricamente, ha tenido por rol el de “intensificar la realidad como poder e intensificar el poder haciéndolo valer como realidad”. Cfr. Michel Foucault, “Clase del 9 de enero de 1974”, en El poder psiquiátrico,Curso en el Collège de France (1973-1974), FCE, Buenos Aires, 2005, pp. 225-226.
3- Barbara Cassin, Más de una lengua, FCE, Buenos Aires, 2014, p. 13.
4- Marina Tsvetáieva, Borís Pasternak & Rainer Maria Rilke, Cartas del verano de 1926, Minúscula, Barcelona, 2012, p. 284.
5- Versión evocada por Jorge Baños Orellana en su Nota al pie del testimonio, trabajo presentado en las Primeras Jornadas del Departamento de Psicoanálisis de la Universidad Nacional de Rosario, 2015.
6-Émile Benveniste, “El juramento en Grecia”, en Vocabulario de las instituciones indoeuropeas, Taurus, Madrid, 1983, p. 340.
7-Cfr. Jacques Derrida, “Des tours de Babel”, en Joseph F. Graham (ed.), Difference in translation, Cornell University Press, Ithaca, 1985, p. 223.
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