Escribir desde el sur. Por Laura Gobbato.

Imagen de portada Sternenfall, de Anselm Kiefer


Agradezco también a Agostina por suscitar en nosotros el deseo de participar en esta propuesta y a mis compañeros de mesa por la rica experiencia de trabajar juntos esta presentación para un Congreso cuya propuesta, es un hecho político, como lo son la salud mental y el psicoanálisis. Escribir, editar y publicar son parte del campo de las prácticas en salud mental y de la práctica del psicoanálisis..

El lenguaje estandarizado que la globalización y el tecnocapitalismo produjeron, la palabra automatizada, desencarnada, el lenguaje  en estado viral (Helga Fernández) (1) y la falta de metáfora ya estaban entre nosotros, pero la pandemia de alguna manera lo puso de manifiesto de un modo brutal.

La pandemia fue un acontecimiento que marcó un antes y un después. Aún padecemos consecuencias no leídas ni pensadas. Ese tiempo extraordinario puso al desnudo el incremento de las desigualdades sociales, económicas, étnicas y regionales. Lejos de pensarse como una posibilidad de cambio fue todo lo contrario, una mayor concentración económica y el encadenamiento de toda la humanidad a un sistema digital de vida.

La saturación de la comunicación en redes sumada a la sobreexposición a las pantallas y a  la  sobrecarga de información nos dejaron mucho más a merced de los efectos nocivos de una hipertecnologización que afecta los cuerpos y las subjetividades,  erosionando las sensibilidades, el lazo y el intercambio de los cuerpos en la polis y en los espacios vitales. Un lenguaje colonizado por la lógica económica, como dice el filósofo italiano Franco “Bifo” Berardi (2), quien plantea directamente que estamos ante una profunda mutación antropológica de lo que significa ser humano en la era digital.

Nos preguntamos por qué escribir, editar y publicar hoy en este contexto.

Creemos que ejercer esas acciones hoy con otros es potencia de la palabra y de los cuerpos para, advertidos de esta marea tecnológica inevitable, ir por otros caminos, más humanos.  Potencia política y erótica que apuesta a un desacelerar y a una pausa de la palabra escrita y leída, de la atención y de la necesaria detención en la reflexión y en el tiempo presente que vislumbra y supone un futuro. Por fuera de la urgencia y la perentoriedad, abriendo los imaginarios y las poéticas, por fuera del consumo, la publicidad y el algoritmo, más allá del individualismo y la competencia,  generando  la posibilidad tanto de la narración como de la teorización, la comunicación y la difusión. Hoy, la rebeldía es lo humano, porque es lo humano lo que se está queriendo hacer desaparecer.

El discurso del psicoanálisis es anti algorítmico, el sujeto del inconsciente es inconquistable, nadie puede decirle qué desear.

Pensamos que lo performático de decir y dar a leer, de hacer circular en acto una interpelación y una conversación pueden encender una chispa, provocar y despertar en tiempos de adormecimiento.

Tirando del hilo etimológico, editor en latín es el que produce, el autor, el fundador, pues se deriva de edere, hacer salir, dar a luz, hacer conocer, sacar a la luz pública. Operando en las redes y publicando también, echar a andar y mover los hilos para que algo más allá de lo viropolítico se efectúe, donde resuenen los cuerpos, las voces y el deseo.  

Ese deseo que es amor al inconsciente, ese que, en el marco de la transferencia, nos hace trabajar a contrapelo de lo actual en ese encuentro único que es escuchar a alguien en su propio decir y sufrir. Ese amor que hace que escribir, editar, publicar y practicar el psicoanálisis hoy se conviertan en un modo de resensibilizar el lenguaje, de apropiarnos de él para dejar nuestra marca singular pero también, por qué no, como generación.

Les contaría también que nos representan las herramientas críticas de las jerarquías, herramientas colectivas, horizontales, autogestivas, independientes, respetuosas de la singularidad, que rescaten lo deseante y generen una estructura editorial y de distribución alternativa al marketing dominante, que se sume a las editoriales independientes ya existentes. Usina deseante y escribiente que al modo de una micropolítica marque una diferencia y abrigue o genere otras lógicas, o que permita  una recodificación o una reconfiguración de experiencias sensibles y subjetivantes.

Decidí incorporarme a EEM después de haber participado de una convocatoria para escribir en el fanzine número 2 “Modos del lazo entre analistas, efecto y afectación en la experiencia del análisis”, en mayo de 2024. En la presentación de ese fanzine decía que esta revista me interpelaba y que, en su novedad no institucional, al modo de un resquicio y de una abertura, se había convertido para mí, en un lugar de arribo y de intercambio. Texto es tejido y tela, textura y costuras, agujero y lanzaderas y la urdimbre que lo sostiene al modo de un telar es el deseo. En tiempos deshumanizantes e individualistas esta urdimbre generosa vincula, despeja y revitaliza nuestra práctica. 

Ahora me encuentro de lleno en esa usina, dando mis primeros pasos en la edición de textos, jugando con la escritura y descubriendo esa zona de experiencia que es una labor colectiva, ese modo particular del lazo que se produce como lectores, como escribientes, como practicantes del psicoanálisis y como editores. Editar y ser editado, un viaje de ida….

Un último punto que destacaría es el hecho situado de que nos pensemos desde el sur, con esa singularidad que tiene aquí el discurso del psicoanálisis, verdadera reserva ecológica en nuestro país, como le escuché ayer decir en este congreso a Alicia Stolkiner. 

Podría terminar con las palabras de Michel Nieva (3), quien plantea que el norte está sobrenarrado y que hay que pensar el futuro desde otras latitudes, que hay que escribir desde el sur. Las comunidades originarias, plantea, serían como un archivo histórico y un “futuro ancestral” que nos permitiría pensar el mundo y una relación con el medioambiente desde otras cosmogonías.


Referencias:

(1) Fernández, H (2024). Mandíbulas autómatas. La palabra en estado viral y los huéspedes precarizados. Editorial En el margen.

(2) Berardi, Franco (2024) Desertemos. Editorial Prometeo.

(3) MICHEL NIEVA: FICCIONES GAUCHOPUNK | con PEDRO ROSEMBLAT


Laura Gobbato es psicóloga egresada de la Universidad Nacional de Rosario y Especialista en psicología clínica, institucional y comunitaria por la misma Universidad. Practica el psicoanálisis en la ciudad de Rosario. Es parte de la delegación editorial de la revista En el margen.


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