El 20 de mayo tuvo lugar en Mayéutica, Institución psicoanalítica, una presentación del grupo de trabajo que lleva a cabo su recorrido bajo el nombre, Transferencia en las psicosis. Uno de los grupos inscriptos en el marco de Convergencia, Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano e integrado por Clarisa Canda (EFBA), Graciela Corrao (EFBA), Helga Fernández (EFA), Mara Musolino (Mayéutica-Institución Psicoanalítica), Fernanda Restivo (EFBA), Silvana Tagliaferro (Escuela Freud-Lacan de La Plata) y Adriana Zanon (EPSF-Ros).
En el margen, revista de psicoanálisis, tiene la alegría de que éste sea el primer artículo que se publicará, de los siete que se pusieron en común en esa oportunidad en función del trabajo que el grupo.
La presentación en cuestión se llamó Volver al Futuro o leer a Daniel Paul Schreber y estuvo motivada por una reseña, de Helga Fernández, del libro escrito por Schreber, Memorias de un Neurópata.
Agradecemos a Adriana Zanón por su trabajo.
Equipo editorial.
En ocasión de una discusión durante el VI Congreso Internacional de Convergencia Madrid 2015, nos propusimos armar este Grupo de Trabajo: Transferencia en las psicosis. Luego de ciertas reuniones en Uruguay (durante la últimaLacano), Buenos Aires, etc., se nos hizo causa un problema: ¿qué es leer la escritura psicótica o el texto de la palabra de un psicótico a quien escuchamos en las curas?: ¿qué es leer al presidente Schreber? Estas Memorias[1] son un texto deslumbrante de un escritor, no un poeta, como ubica Lacan en su S III, donde podemos leer su instancia de la letra acerca de la transformación de su delirio: porque, como bien escribe Lacan en Presentación de las memorias de un neurópata, cito: “Construir al sujeto como conviene a partir del inconsciente es asunto de lógica…”[2] el presidente cogita articuladamente su pasivización fantasmática de ser gozado por el Otro, Dios o ser la mujer de su padre en el fantasma.
Un delirio se transforma: lo modula su sujeto y él así nos lo testimonia.
Cargados del deseo del Otro vuelve en reproches y persecución vía spaltung del yo, contra el padre -o su subrogado Dr. Fleschig- , lo que podría haber estado reprimido vía fantasma parricida, lo que no se produce en las psicosis. Un saber en el exterior, un saber del padre sodomizante: No es la homosexualidad lo que hace delirar sino, el incesto vía el saber del padre inicio de la feminización. Reduplicación de la posición del dr sabedor acerca de los hipnóticos.
En el capítulo IV nuestro presidente testimonia acerca de que, curado completamente de su primera enfermedad, cierta hipocondría, la que le llevó un año de internación entre 1884-5, pudo recuperar su lugar profesional incluso recibiendo honores. Pasan ocho años y una mañana temprano tiene una representación (este término es suyo): “… tenía que ser muy grato ser una mujer que es sometida al coito.”
En 1893 se le otorga el cargo de Presidente de Sala en el Tribunal, asume y a las pocas semanas se derrumba. Intenta suicidarse ante el horrible insomnio que lo persigue. El Dr. Flechsig entonces lo interna y le despliega todo el saber acerca de los somníferos nuevos, lo que rotundamente lo dejó insomne, intentando nuevamente suicidarse. Sólo pensaba en su muerte…
En situación de fragilidad y “derrumbe espiritual” comienza su escritura acerca de su transformación: de ser la mujerzuela de Flechsig, la puta de Flechsig, hasta poder pasar a ser la mujer de Dios “en un trato imposible de suspender”[3], posición apaciguante y con fines benéficos para la humanidad entera: el goce transexual es un horizonte de las psicosis, bien aliviante. Este es el título de mi Tesis que llevo adelante en la UNR. Por supuesto que goce transexual, eso es de cualquier sujeto y en cualquier tiempo de la vida hay variación. Un sujeto puede -como Julio César- ser un hombre para las mujeres y una mujer para los hombres, como nos señala Gérard Pommier- aunque en las psicosis dicho goce apacigua.
Para concluir, Lacan incontestablemente ha introducido el concepto tan importante de forclusión, en su S III y dos años después en sus Escritos: De una cuestión… Diecisiete años después vuelve al tema en su L´etourdit, el de Un padre como sin razón[4], modo de fundamentar el empuje-a-la-mujer. He aquí el modo de hacer con un goce viable, un goce posible un goce singular para un hombre que lució a partir de su emasculación su torso desnudo con su bijou, sus baratijas, las que no implicaban perjuicio ni erogación de dinero de sus ingresos.
Un enfermo a quien escucho en el hospital y quien vivía emborrachándose con su padre quien le solía decir que él, nuestro enfermo, no tenía fuerzas para trabajar, ha ido encontrando en el tiempo de su cura, un goce apaciguante, sobre todo para sus momentos de puesta a punto del lazo social: cada vez que va al bar, etc., él se coloca anteojos de sol de marcos blancos, muy femeninos, lo que le da un lugar de goce bien posible y aliviante en su estar en el mundo.
[1]Schreber, D. Memorias de un enfermo nervioso. Buenos Aires. Perfil Libros Básicos. 1999.
[2] Lacan, J. Otros escritos. presentación de las memorias de un neurópata. Buenos Aires. Paidós. 2012. p.232.
[3]Scherber, D. Memorias de un enfermo nervioso. Buenos Aires. Perfil libros Baratos. 1999. p.90.
[4] Lacan, J. Otros escritos.El atolondradicho. Buenos Aires. Paidós. 2012. p.490.
BIBLIOGRAFÍA
- Lacan, Jacques. El Seminario III Las Psicosis. Buenos Aires. Paidós. 1984.
- Lacan, Jacques. Otros escritos. El atolondradicho. Buenos Aires. Paidós. 2012.
- Pommier, Gérard. Conferencia: Para renovelar la teoría de las psicosis.Buenos Aires. EFA. 5-11-15. Inédito.
- Schreber, Daniel Paul. Memorias de un enfermo nervioso. Buenos Aires. Perfil Libros Básicos. 1999.

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