Por Gisela Avolio.
Editorial, Helga Fernández.
-¿Cómo y cuándo descubrió el psicoanálisis?
-Mi encuentro con el Psicoanálisis fue producto del azar y de una actividad que practico habitualmente: curiosear bibliotecas ajenas. Una tarde en la ciudad de Tigre, en casa de mi prima, mirando distraídamente los estantes con sus libros, me encontré con uno que aún no había leído nadie, era “La interpretación de los sueños”. Lo comencé a hojear desinteresadamente, porque a mis 19 años conocía a Freud solo de oídas. A pesar de ser un lector bastante curioso, mi orientación era hacia las ciencias duras. Quedé absolutamente atrapado por el texto, su prosa fulgurante y precisa produjo un cimbronazo que recuerdo hasta hoy. Siempre pienso que eso podría haber sido solo un cruce de un sujeto con un libro, pero lo que se produjo fue un encuentro. Eso puede observarse todo el tiempo en la clínica: puede haber muchos cruces (con libros, con otros, con instituciones, etc) pero no siempre habrá encuentros. Mi encuentro con el texto freudiano es un buen ejemplo, ya que uno de los efectos inmediatos fue que cambié de carrera.
En esa época estaba en La Plata estudiando con poco entusiasmo bioquímica, producto de un mandato familiar. Ese año se reabrió la carrera de Psicología que había sido cerrada por la última dictadura, comencé a participar de las marchas de reapertura, y finalmente abandoné bioquímica y empecé a estudiar psicología. Ya cursando en la facultad de humanidades me interesaba abiertamente por aquellas materias que conducían a las enseñanzas de Freud y Lacan, participé como ayudante alumno en la cátedra de Psicopatología, así que mí acercamiento también tuvo lugar en el ámbito universitario. Al promediar la carrera comencé análisis, y con sucesivos cambios de lugares y de analistas, hoy continúo. Luego de volver a Campana, mi ciudad de origen, y formar con otros analistas diferentes proyectos de estudio y transmisión del psicoanálisis, me acerqué a la EFA de la cual actualmente soy participante.
-¿Qué considera que el psicoanálisis puede aportar a nuestra contemporaneidad?
-A mí entender el Psicoanálisis aporta a la contemporaneidad , lo que aportó desde que se gestó como discurso, un alojamiento, un lugar desde donde el sujeto de la modernidad pueda decir de su división, e interrogarse acerca de ella. Esto no es poco en los tiempos de neoliberalismo arrasador que vivimos , ya que la contemporaneidad luce bastante desangelada hoy en día, pidiéndole a quien la habite que apunte a una totalidad indivisa y uniforme, que lo empuja a un goce imposible. Desde Freud sabemos que el sujeto “mal está” en la cultura, y que cada quien tiene que vérselas con eso, entonces creo que el Psicoanálisis al contemplar el “ uno a uno” es un buen dispositivo para lidiar con ello.
Carlos Egaña. Psicólogo egresado de la U.N.L.P.. Psicoanalista. Actualmente realiza su práctica en forma privada. Fue director del Equipo Técnico de Apid Campana. Es docente en la Escuela de Arte Ricardo Carpani. Integró grupos de difusión y transmisión del psicoanálisis en su ciudad. Participó de la revista Álgebra y Fuego con escritos sobre Psicoanálisis y Cine. Fundó juntos a otros analistas el Espacio Psicoanalitico Campana que se dedica desde hace 9 años a la transmisión del psicoanálisis. Es participante de la Escuela Freudiana Argentina.
Avolio, actualmente trabaja como analista, es miembro fundadora de la Escuela Freudiana de Mar del Plata, y miembro de Fondation Européenne pour la Psychanalyse. Fue Residente de Psicología en el Htal. Subzonal especializado Neuropsiquiátrico Dr. Taraborelli (Necochea, Bs. As.). Dicta clases en las actividades de la Efmdp, y allí coordina el dispositivo Práctica psicoanalítica con Niños y Adolescentes, desde 2010; actualmente es docente y supervisora de la Residencia de Psicología Clínica de los Hospitales Provinciales de Necochea y Mar del Plata. Y dicta clase anualmente en Centre IPSI de Barcelona. Desempeña la práctica del psicoanálisis en el ámbito privado.