DOS PREGUNTAS A FRANÇOIS MOREL

Gisela Avolio, responsable de la sección

Editorial Helga Fernández y Ricardo Pereyra

¿Cómo y cuándo descubrió el psicoanálisis?

Si esta es una pregunta, entonces se sugiere que cómo y cuándo se asimilan en la temporalidad lógica. 

La pregunta también me causa gracia: ¡usted cree que yo inventé el psicoanálisis! En todo caso, no fui el primero. Creo que fue Freud ¿no? Luego me digo a mí mismo que he aquí una manera de escuchar o leer una pregunta que me enseñó el psicoanálisis, y usted lo sabe muy bien al formular esta pregunta con tanto humor. No solo hay mala gracia del rasgo del espíritu propio del simbólico sino también ligereza. El psicoanálisis se descubre así, de manera atemporal, yo lo descubro al leer su pregunta. 

Pero tampoco estoy seguro del sentido de la palabra “descubrir” que en francés quiere decir explorar un objeto desconocido para uno, en este caso, si se trata de descubrir un espacio de uno mismo, como un Ello, como un inconsciente. 

Pero descubrir quiere decir también inventar o incluso dejar de cubrir, retirar eso que cubre. Descubrir el psicoanálisis también sería esta actividad. En el fondo, esto es lo que alega: las palabras que pensamos llevar y que de hecho nos llevan lo hacen en  sentidos que no sospechamos al inicio. Además, su expresión fonemática, la sonoridad del lenguaje produce el equívoco que se suma al ya existente en los distintos sentidos que ya llevan las palabras escritas. 

¿Y si este equívoco fuera parte de la interpretación de la relación del sujeto al mundo?  Las palabras nunca tienen un sentido único sino múltiples. Escuché a Delphine Horvilleur, rabina del movimiento liberal francés, en relación a la lectura, presa por el equívoco:​ “uno de los sentidos, es la indecencia” (“un des sens, c’est l’indécence”) dijo de la interpretación literal de textos sagrados, raíz del fundamentalismo.

Lo que puedo descubrir con el psicoanálisis, es que esta pluralidad de sentidos llevados por el lenguaje es una función que nos permite soportar más fácilmente lo real, real del síntoma que es una forma de “uno de los sentidos” (“l’un des sens”), de “la indecencia” (“l’indécence”). Es terapéutico. ¿Qué se descubre? Sin duda cierta forma de inventar por uno mismo el psicoanálisis más allá de mejorar, lo que no es nada ya que yo sufría verdaderamente al comenzar. Luego considerar atribuir en un segundo tiempo este rol de “descubridor”, para pasar del deseo de descubrir, al acto que consiste en dejar descubrir a otros el trabajo analítico, incluso si implica,  señalar “uno de los sentidos” (l’un des sens”), la indecencia,​ (l’indécence) que es un real que el equívoco cubre. Existe fundamentalismo en el inconsciente y el analista no está a favor, aún cuando parece que sí, ya que siempre está en la indecencia de su síntoma. Es una forma de entender “el psicoanalista tiene horror de su acto” de Lacan.   

¿Qué considera usted que puede aportar el psicoanálisis a nuestra contemporaneidad?

El hecho de hacer la pregunta demuestra que la respuesta no es simple, o más preocupante aún: la respuesta es desconocida. Me gustaría hacerlo invirtiendo la pregunta.

¿Qué considera que nuestra contemporaneidad puede aportar al psicoanálisis?

¡Es más simple! En algunos adverbios: Enormemente. Jamás suficiente. Casi todo. 

Como toda disciplina, el psicoanálisis necesita alimentarse para vivir. Si no se alimenta, o si se alimenta de sí mismo en medio de nosotros, se marchita, se vuelve estéril y muere.

Una disciplina se alimenta de alteridades, ¿Que son alteridades? Otras disciplinas, y claro, la contemporaneidad, que es sin duda su fuente más rica. El psicoanálisis sólo puede renovarse con esta fuente. En una segunda fase puede volver a la contemporaneidad y formar parte de ella. Las importaciones en Freud y Lacan eran masivas, demostrando un enfoque crítico que cuestiona constantemente el psicoanálisis, hasta en sus fundamentos.

Jacques-Alain Miller se basó en «Lacan contra Lacan» para subrayar los cambios de posición de Lacan, su capacidad para ir más allá de su pensamiento.

¡Pero olvidó que según él, para mantener viva nuestra disciplina, para continuarla, tenemos que… oponernos y oponernos contra Lacan si es necesario, porque no tiene razón en todo! De lo contrario, nos encerramos, oliendo formol y volvemos a caer en “uno de los sentidos” (l’un des sens”) como, ​la “indecencia” (l’indécence”) de un único pensamiento. Ni Freud ni Lacan, que están muertos, están ahí para hacerlo por nosotros. Seguir a Lacan y Freud es, en parte, seguir un método capaz de cambiarse a sí mismo.

​Importar contemporaneidad para releer. Un texto sólo es rico gracias a sus repetidas relecturas. Es rico si no es el único, sino es el Libro. La contemporaneidad a veces objeta de manera violenta e instaura una distancia necesaria. Ponerle atención, es nuestro trabajo. Es beneficioso. La contemporaneidad nos interpreta y evidentemente hace surgir  “la indecencia” (l’indécence”) del psicoanálisis, ya que él mismo tiene este síntoma, una enfermedad incurable del inconsciente. 

Las fallas en nuestra disciplina son eso de lo que hay que beneficiarse para indagar, para avanzar, para ir más lejos. Ellas fundan un enfoque deconstructivo de nuestro pensamiento. Me ayudan mucho el pensamiento crítico, producto de la Escuela de Frankfurt, abundante en sus transversalidades, así como la filosofía contemporánea. //

(A CONTINUACIÓN, LA VERSIÓN ORIGINAL EN FRANCÉS)

Comment et quand avez-vous découvert la psychanalyse?

Si c’est une question, alors cela suggère que comment et quand se confondent dans la temporalité logique.

Elle me fait aussi rire : vous croyez que c’est moi qui ai découvert la psychanalyse! Pas le premier en tout cas. Je crois que c’est plutôt Freud, non? Puis je me dis, voilà une façon d’écouter ou lire une question que la psychanalyse m’a appris, et vous n’êtes pas dupes de cela en formulant cette question qui est pleine d’humour. Il n’y a pas seulement là la grâce méchante du trait d’esprit propre au symbolique mais aussi sa légèreté. La psychanalyse se découvre  comme ça, intemporellement, je la découvre en lisant votre question.

Mais aussi, je ne suis pas sûr non plus du sens du mot “découvrir” qui veut dire en français explorer un objet inconnu de soi – dans ce cas s’il s’agit de découvrir un espace de soi, en tant que Ça, en tant que inconscient.

Mais découvrir veut dire aussi inventer ou encore s’arrêter de couvrir, enlever ce qui couvre. Découvrir la psychanalyse serait aussi cette activité. C’est au fond ce qu’elle soutient : les mots que nous pensons porter et qui de fait nous portent le font dans des sens que nous ne soupçonnons pas d’abord.  De plus, leur expression phonématique, le sonore du langage produit l’équivoque qui s’ajoute à l’équivoque des sens différents que portent déjà les mots écrits.

Et si cette ’équivoque était elle-même partie prenante de l’interprétation du rapport du sujet au monde? Les mots ne portent jamais un seul sens mais des sens pluriels. J’ai entendu Delphine Horvilleur, rabbin libéral français, à propos de la lecture, saisie par l’équivoque : “un des sens, c’est l’indécence”, dit-elle à propos de l’interprétation littérale des textes sacrés, source du fondamentalisme.

Ce que je peux découvrir avec la psychanalyse, c’est que cette pluralité des sens portées par le langage est une fonction qui nous permet de mieux supporter le réel, réel du symptôme qui est une forme de “l’un des sens”, de l’indécence. C’est thérapeutique. Qu’est-ce qu’on découvre?  Sans doute une certaine forme d’inventer soi-même la psychanalyse au-delà d’aller mieux, ce qui n’est pas rien car je souffrais vraiment beaucoup au moment de commencer. Puis envisager dans un second temps de prêter plus tard cette place de “découvreur”, pour passer du désir de découvrir à l’acte qui consiste à laisser découvrir à d’autres le travail analytique, quitte pour cela à devoir pointer “l’un des sens”, l’indécence qui est un réel que l’équivoque couvre. Il y a du fondamentalisme dans l’inconscient et l’analyste n’est pas de ce côté-là, même  s’il a l’air d’y être, car il est toujours pris dans l’indécence de son symptôme. C’est une façon d’entendre “le psychanalyste a horreur de son acte”[1] de Lacan.

Que considérez-vous que la psychanalyse puisse apporter dans notre contemporanéité?

Le fait de poser la question montre que la réponse n’est pas simple, ou plus inquiétant : la réponse reste à trouver. Je souhaite le faire en inversant la question.

Que considérez-vous que notre contemporanéité puisse apporter à la psychanalyse?

Alors c’est plus simple! En quelques adverbes : Énormément. Jamais assez. Presque tout.

La psychanalyse, comme toute discipline, a besoin de se nourrir pour vivre,. Si elle ne se nourrit plus, ou si elle se nourrit d’elle-même dans l’entre-nous, elle dépérit, devient stérile et meurt.

Une discipline se nourrit d’altérités, Que sont-elles? D’autres disciplines et, bien sûr, la contemporanéité, qui en est sans doute la source la plus riche. La psychanalyse ne peut se renouveler que dans cette source, C’est dans un second temps qu’elle peut rendre à la contemporanéité et en faire partie. Les importations chez Freud et Lacan étaient massives, témoignaient d’une démarche critique qui remettait en question constamment la psychanalyse, jusque dans ses fondements.

Jacques-Alain Miller s’est appuyé sur “Lacan contre Lacan” pour souligner les changements de position de Lacan, sa capacité de dépasser sa propre pensée. Mais il a oublié qu’après lui, pour faire vivre notre discipline, pour la continuer, il faut aussi du… contre, du contre Lacan quand il le faut, car il n’a pas raison sur tout! Sinon, on s’enferme, ça sent le formol et on retombe dans “l’un des sens”, comme “l’indécence” de la pensée unique. Ni Freud ni Lacan, qui sont morts, ne sont là pour le faire à notre place. Les suivre, c’est comprendre une méthode capable de se changer elle-même.

Importer de la contemporanéité pour relire. Un texte n’est riche que de ses relectures successives. Il est riche s’il n’est pas le seul, sinon c’est le Livre. La contemporanéité objecte parfois violemment et instaure une distance nécessaire. Ecoutons-là, c’est notre boulot. C’est salutaire. La contemporanéité nous interprète et fait surgir justement “l’indécence “ de la psychanalyse, car elle porte elle-aussi ce symptôme, une maladie incurable de l’inconscient..

Les failles de notre discipline sont ce qu’il faut exploiter pour creuser, pour avancer, pour monter plus loin. Elles fondent une approche déconstructive de notre pensée,. La pensée critique issue de l’Ecole de Francfort,  riche de ses transversalités, ainsi que la philosophie contemporaine m’aident beaucoup.

///

[1] Jacques Lacan, Dissolution, Séminaire du 15 janvier 1980, journal Le Monde,  26 janvier 1980, datée du 24 janvier 1980.
…Afin qu’il se sache que nul n’a auprès de moi appris rien, de s’en faire valoir. Oui, le psychanalyste a horreur de son acte. C’est au point qu’il le nie, et dénie, et renie – et qu’il maudit celui qui le lui rappelle…Que les psychanalystes ne pleurent pas ce dont je les allège. L’expérience, je ne la laisse pas en plan. L’acte, je leur donne chance d’y faire face.

François Morel 

62 años, psicoanalista, psiquiatra desde 1990 en Marsella, Francia. Antiguo interno del Hospital de Marsella. Ex jefe de clínica-asistente del Hospital de Marsella. Ex psiquiatra del Hospital de Marsella.  Perteneció a la Escuela de la Causa Freudiana antes de ser parte de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano. Miembro de la Fundación Europea por el Psicoanálisis. Profesor en la Sección clínica de Aix-Marseille en el tiempo de la ECF. Profesor en el Colegio de clínica psicoanalítica del sur-este desde el 2001. Intereses: melancolía, trastornos bipolares, autismo y psicoanálisis, psicoanálisis y teoría crítica, retoma crítica de la cuestión de la diferencia sexual.  Presenta un seminario sobre la teoría crítica y el psicoanálisis en los años 2020-2021//

François Morel 62 ans, psychanalyste, psychiatre depuis 1990 à Marseille , France.. Ancien Interne des Hôpitaux de Marseille. Ex Chef de clinique-assistant des Hôpitaux. Ex Psychiatre des Hôpitaux. A appartenu à l’Ecole de la Cause Freudienne avant de rejoindre l’Ecole des Forums du Champ lacanien. Membre de la Fondation Européenne pour la Psychanalyse. Enseignant à la Section clinique d’Aix-Marseille du temps de l’ECF. Enseignant au Collège de clinique psychanalytique du sud-est depuis 2001. Centres d’intérêt : mélancolie, troubles bipolaires, autisme et psychanalyse, psychanalyse et théorie critique, reprise critique de la question de la différence sexuelle.. Anime en 2020-2021 un séminaire sur théorie critique et psychanalyse.

Gisela Avolio, actualmente trabaja como analista, es miembro fundadora de la Escuela Freudiana de Mar del Plata, y miembro de Fondation Européenne pour la Psychanalyse. Fue Residente de Psicología en el Htal. Subzonal especializado Neuropsiquiátrico Dr. Taraborelli (Necochea, Bs. As.). Dicta clases en las actividades de la Efmdp, y allí coordina el dispositivo Práctica psicoanalítica con Niños y Adolescentes, desde 2010; actualmente es docente y supervisora de la Residencia de Psicología Clínica de los Hospitales Provinciales de Necochea y Mar del Plata. Y dicta clase anualmente en Centre IPSI de Barcelona. Desempeña la práctica del psicoanálisis en el ámbito privado.

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