Por Gisela Avolio, responsable de la sección.
– ¿Cómo y cuándo descubrió el psicoanálisis?
– Bueno, hay dos modos de descubrirlo. Uno es por analizarse, esto fue desde chico, desde la adolescencia. Otro es el interés por el psicoanálisis mismo, más allá de la cura y demás. Esto otro fue a los 15, 16 años, cuando leyendo a Freud me pareció que daba respuesta a muchas cosas. En ese momento de la adolescencia supuso respuestas muy cercanas, muy contingentes y relativas a la edad, pero después, informándome en otras cosas, me di cuenta que era algo que respondía a una inquietud mía, que no pasaba tanto por saber qué le pasaba al otro ni saber qué me pasaba a mí, sino que yo sabía que siempre había algo que yo no iba a saber. No me refería ni me refiero a una ciencia formal, sino a algo de mí que era de muy difícil acceso. Por más que pudiera tener sueños, pensar cosas acerca de mí, había algo que no sabía. Eso que no sabía, me gustaba, quizás porque no lo sabía, pero eso es otra cosa. Eso me hizo entrar en el psicoanálisis. No seguí medicina porque no me gustaba la medicina. Pude entrar y no tenía problemas para eso, pero me pareció que ese algo que no sabía no tenía que ver con el cuerpo, en el sentido del saber de la ciencia del cuerpo, sino que tenía que ver con los pensamientos de uno. Por eso el psicoanálisis.
– ¿Qué cree que el psicoanálisis puede aportarle a la contemporaneidad?
– Mire, es muy difícil. Es una buena pregunta, gracias. Yo no sé qué puede aportarle a la contemporaneidad porque exactamente no sé lo que le falta. Cada época crea su modo de albergar una falta y no sé todavía cuál es la falta que esta época alberga como un motor. La falta acá la entiendo en un sentido positivo, no como una desgracia o una falla. La falta entendida como un motor, en el sentido de aquello que causa. Esto sí tiene que ver con lo que a cada uno le falta. A cada uno le falta la posibilidad de encontrar qué es aquello sin lo cual no podría vivir. Eso no solo se trata de un amor, de una idea, sino que es algo para lo cual me parece que el psicoanálisis da una respuesta para quien quiera entrar en ese lazo. El psicoanálisis es terapéutico por añadidura y no porque se lo proponga, porque si se lo propone tendría que ser una ciencia médica y ya estaría determinado por la salud. Esta época está determinada por la salud porque engendra mucha muerte, entonces se hace toda una defensa de la salud mental y la salud física a puntos extremos, ayudada por el discurso científico, lo cual está muy bien, pero hay que saber que eso también puede constituir la negación de lo que se hace. En este momento en el mundo parece que es algo así como que matar a otro importa poco. La salud, los derechos humanos, todo eso está muy bien, pero eso surge porque importa poco matar al otro. En cualquier sentido ya importa poco. No digo que cueste más la muerte de un rico que de un pobre. Seguro en un sentido sí, pero matar al otro cuesta poco y esto es porque hay un desborde respecto de matar a otro. El psicoanálisis más que curar puede hacer posible que uno y otro, tanto ese uno como ese otro, ya tengan su pulsión de muerte dirigida al otro. Si es a sí mismo, mejor, que no se suicide, pero si es hacia el otro, por favor que se abstenga. Ese es el fin claro del discurso del psicoanálisis.
Norberto Ferreyra. Psicoanalista. Fundador, junto con Oscar Masotta y otros, de la Escuela Freudiana de la Argentina, en 1974. Co-Fundador de la Fundación del Campo Lacaniano en 1990, actual Presidente. Miembro de la Fundación Europea para el Psicoanálisis. Ha publicado numerosos libros y extensa cantidad de artículos en la Argentina y en el extranjero. Algunos de sus libros : El decir y la voz. Nota para un analista. La experiencia del análisis. La dimensión clínica del psicoanálisis.
Gisela Avolio, actualmente trabaja como analista, es miembro fundadora de la Escuela Freudiana de Mar del Plata, y miembro de Fondation Européenne pour la Psychanalyse.Fue Residente de Psicología en el Htal. Subzonal especializado Neuropsiquiátrico Dr. Taraborelli (Necochea, Bs. As.). Dicta clases en las actividades de la Efmdp, y allí coordina el dispositivo Práctica psicoanalíticacon Niños y Adolescentes, fesde 2010; actualmente es docente y supervisora de la Residencia de Psicología Clínica de los Hospitales Provinciales de Necochea y Mar del Plata. Y dicta clase anualmente en Centre IPSI de Barcelona. Desempeña la práctica del psicoanálisis en el ámbito privado.